sábado, 29 de octubre de 2011

"A los chicos no les gusta estudiar"

Hoy estuve leyendo un reportaje a Francesco Tonucci, poético, me siento un poco mejor, hay muchos como yo que nos cuestionamos las formas de "educar", las formas de ver esta realidad compleja que nos rodea, esta realidad que para cada uno tiene un color diferente, un olor diferente, y sensaciones diferentes.
Me encanta, la gente que no se deja convencer tan fácilmente, me gusta por que sobrevivió a la escuela, se resistió a la costumbre de reproducir.
Cuando era chica mi papá siempre me decía, ¿no aprendiste nada en la escuela?, eso significaba que yo estaba haciendo algo distinto a lo establecido a lo esperado, irónicamente me encantaba escuchar esa frase, significaba que estaba pensado, que estaba haciendo lo que quería y no lo que me decían que tenia que hacer.
Me preocupa que a los chicos no les guste ir a la escuela, hace un tiempo que me cuestiono ¿por que lo chicos padecen la escuela? o por lo menos la mayoría de ellos, es una contradicción que a los chicos les guste aprender, pero no les guste estudiar... ¿Sera que no les gusta estudiar? o que no les gusta repetir aquellas cosas que les enseñan como verdades absolutas, sin derecho a opinión, sin importar para que sirven o de donde las sacaron o por que las tienen que aprender.
¿Sera que a los chicos no les gusta estudiar? Primeramente habría que plantearse como se motiva a los chicos en la escuela para que quieran aprender lo que "tienen" que aprender, seria interesante que en las aulas haya mas dialogo, y menos dictado, Tonucci dice que... "la escuela debería empezar siempre con la escucha y no con la propuesta. El docente debería dar la palabra por que esta interesado en saber lo que piensan sus alumnos", (y yo agrego) y no tanto para ver si pueden repetir o reproducir lo que dijo o "enseñó". "Todo lo que piensan lo ponemos sobre la mesa y empezamos a trabajar, trabajamos sobre lo suyo y no sobre lo mio" continua Tonucci. Vengo pensando hace tiempo sobre estas cosas, esto, no es solo indagar ideas previas, o saber cuanto "aprendieron" el año anterior sobre tal o cual tema, esto es escuchar, los alumnos son personas con un bagaje de información maravilloso, con una mirada de al vida diferente a la nuestra, cada uno de ellos, pero todavía se sigue pretendiendo que los alumnos sigan al maestro. El maestro no debería ser alguien a quien seguir, debería ser quien guíe a los alumnos a descubrir quienes son, como piensan, como operan, a explotarse y explorarse a si mismos, pero es difícil, por que los docentes vienen de una escuela "normalizadora" una corriente de pensamiento que pretende hacer a todos normales, (o lo mas normales posible). Tonucci refleja esto en una viñeta que creo es una de las mas reflexivas, filosóficas, y con valiosísimo contenido de relevancia social, fantástica!!!






Además este maravilloso observador dice "Para nosotros lo normal es lo que se nos parece mas; el distinto es malo, preocupante y tenemos que recuperarlo, ¿recuperarlo a que? A la normalidad, es decir, hacerlo como nosotros". La escuela es un espacio artificial, lo repetimos, todos lo sabemos, lo analizamos, pero ¿nos animaremos cambiarlo en algún momento para que se convierta en un espacio mas natural o real? parece ser que los docentes o algunos de ellos se están cuestionando estos asuntos, pero el cambio da miedo, y al fin de cuenta es mucho trabajo, por lo menos así como estamos la gente sigue "viviendo", se sigue "educando", escuche decir por ahí.
A mi me sigue preocupando, sobre todo cuando tengo experiencias con chicos y me quedo pensando... Por ejemplo cuando le pregunto a una nena de 6 años, por que no escribió nada en la clase de tecnología, (mas allá de que por dentro pienso que en una clase de tecnología ¡se podrían hacer tantas cosas! lo que menos se me ocurre es escribir) y ella muy despachada me contesta: por que no tenia ganas. ¿que se le puede decir a un chico de 6 años que no tiene ganas de escribir? pero por que en realidad no le interesa lo que "tiene" que escribir. Me preocupa en sobremanera cuando una nena de 11 años me dice que tiene miedo por que la prueba que la seño le va a tomar es "para pensar", y me quedo pensando... ¿no seria bueno que la maestra le enseñe a la nena que una persona piensa todo el tiempo?, y entonces las otras pruebas que le tomaron ¿para que eran?



Evidentemente la situación no es tan simple ni sus consecuencias tan inocuas. Al que es revoltoso, hay que darle una "pastillita" para que no moleste, al que es desordenado hay que bajarle las calificaciones para que se organice, al que es abúlico o apático hay que mandarlo al psicólogo, al que es hipodotado hay que mandarlo al psicopedagogo, al que no le da la cabeza hay que mandarlo ala particular, al que es tímido...., al que es maleducado..., al que es prepotente..., al que es verborrágico..., y así la lista sigue obviamente según el criterio del docente o la mirada del mismo, y si a todos hay que mandarlos a "alguien" para que los ayude, ¿para que esta la escuela? la respuesta podría ser: Para los que "siguen" a la maestra, y esto me preocupa mas, ¿cuantos la siguen?.



La realidad es mucho mas compleja que la mirada de un maestro, esta teñida de una mirada personal que hace que cuando consideramos esa mirada del otro, enriquecemos la nuestra, esto parece ser difícil, cuando la perspectiva del adulto se considera mejor o mas valiosa que la del niño, del adolecente, e incluso en le nivel superior del adulto que esta en condición de alumno.



Seria interesante replantear el papel de los psicologos, de los psicopedagogos, y de las maestras particulares, seria interesante pensar en traerlos dentro de la escuela, pero no para ver que problema tienen algunos (o muchos) que no siguen a la maestra, sino para ver de que manera deberia trabajar la escuela para que el docente pudiera seguir a los alumnos. Y es que eso es complejo y dificil, y costoso. Es mas facil, cuando los chicos tienen que seguir al maestro, ¿mas facil para quien? obviamente, para el maestro, ¿y los chicos? que vayan al psicologo, al psicopedagogo, a la particular y al Psiquiatra.

viernes, 21 de octubre de 2011

¿Para que vamos a la escuela?

La historia nos enseña que a la escuela vamos a aprender, vamos para ser "alguien" decían nuestras abuelas, para ser "algo" en la vida.
Entonces ¿no somos nadie? desde que nacimos ¿no somos algo?. Bueno, somos algo desde que las células reproductivas de nuestros padres se unen en el maravilloso fenómeno de la fecundación, pasamos de ser "huevo o cigoto" a ser "embrión", luego "feto", y mas tarde "bebe".
























Comenzamos a ser "alguien" cuando nuestros padres nos dan una identidad, un nombre, y cada vez lo hacen mas pronto, simplemente apenas ven nuestro sexo en la ecografía, ya somos alguien con nombre y todo, tenemos una vida por delante.

Entonces vuelve la obligada pregunta,¿tenemos que salir de la escuela para ser alguien?, ¿tenemos que entrar en la escuela para ser algo? bueno, tristemente para los que piensan que la escuela nos transforma en "algo" en la vida tengo que decir que no.

Ya somos algo y alguien mucho antes de la escuela.
Me atrevo a hacer esta reflexión por que creo que debemos cambiar la percepción de la escuela para que la misma cambie.
Esta por demás tratado el tema de que en el siglo XXI a una distancia de 200 años de la creación de la escuela publica, aquella de mediados del siglo XIX que se creo con fines y objetivos claros (obviamente óptimos para aquella época donde lo mas importante era transformarse en un ser aceptado socialmente) Lo mas importante eran enseñar las partes del saber elaborado necesarios para la unidad nacional, la participación ciudadana.
Con la elaboración de la ley 1420 de la enseñanza común, se estableció la enseñanza primaria, obligatoria, gratuita, laica y gradual consagrando como primordial, el carácter ASISTENCIAL.
No es mi intención cuestionar los motores que pusieron en marcha la creación de nuestra escuela, la cual alfabetizó por años a nuestros bisabuelos, abuelos, padres, a nosotros mismos, y paradojicamente a nuestros hijos.
Es valido el acto redentor de permitir a todos educarse, pero... ¿no es mucho casi 200 años para seguir haciéndolo de la misma manera?
Nadie (creo, por lo menos yo no lo hago) cuestiona el hecho de que todos tenemos que acceder a la escuela, pero si se cuestiona que no debe ser de cualquier manera.
Tampoco se cuestiona si las metodologías, objetivos, procedimientos, contenidos, en aquellos años eran los mejores que se encontraron para poner en marcha esta fabulosa empresa de "educar" a todos.
Lo que si se pone en tela de juicio, y ya el tema esta trillado en sobremanera, es si esa misma forma que todavía esta vigente, (con algunos cambios, si es verdad, parches que hacen mas de lo mismo un poco diferente) sirve para para la sociedad y los individuos de hoy.
Por lo que mi propuesta es polémica pero según mi ver, factible. La escuela debe cambiar, debe convertirse en un espacio, no de educación meramente, no con el objetivo de ser "alguien" en la vida, ni llegar a ser "algo", Ya somos algo, somos seres vivos, somos humanos somos personas, y también alguien, cada uno tiene una identidad irrepetible, una esencia única.
Por lo tanto la escuela debe ser un lugar de encuentro con uno mismo y con el otro, de enriquecimiento y de autodescubrimiento de las propias capacidades, y acá es inevitable, hablar de la interacción de los "diferentes".
Los diferentes somos TODOS, no se integra a ninguna persona, la escuela no integra, ( no se asusten) digo que no integra a nadie como un hecho especial, por que en realidad, la escuela integra a todos al a la vez, todos somos especiales, todos somos diferente, todos tenemos capacidades y discapacidades, todos somos algo y alguien capaz de enriquecer al otro y de ser enriquecido.



¿Es posible lograr esto en la escuela?, NO, tristemente en la escuela que tenemos hoy, es imposible, tenemos que girar los engranajes, desestructurar nuestra mente, (si es difícil, son 200 años), la escuela tiene que cambiar de cuajo, desde el concepto de educación, los objetivos, los propósitos, no alcanza con transformarse o autocaratularse un "docente constructivista", si el foco sigue puesto en el docente, ¿quien es el docente para determinar si las creaciones mentales o la manera del alumno de ver la realidad es factible o no?.
Me encanta citar la paradoja de que algunos de los hombres que lograron los mayores avances en la ciencia y en el conocimiento fueron renegados o excluidos del sistema, estaban avanzados años luz.
Mendel, el padre de la herencia, fue catalogado por sus maestros como retardado. Einstein, estaba loco, sacaba de las casillas a sus profesores universitarios. Galileo era satánico, según la mirada de su época.

Evidentemente hacen falta cambios significativos no tanto en el "que" sino en el "como".
La pregunta es ¿como se hace? ¿por donde se empieza?